25/3/16

"CONSUMADO ES"

"PARASHA DE LAS HORAS FINALES"
Cuando llegó la boker (mañana) del yom de preparación de Pesaj, todos los principales Kohanim y lo zejanim del pueblo dispusieron contra יהושעYahshua un plan para entregarlo a muerte, y lo llevaron atado y lo entregaron a Poncio Pilato el gobernador, y fue entonces que Yehudah, el que lo había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales Kohanim y a los zejanim, diciendo: yo he pecado entregando dahm (sangre) inocente. Pero ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros?, y arrojando las piezas de plata Yehudah en el Beit HaMikdash, salió, se fue y se ahorcó, y los principales Kohanim, tomando las piezas de plata y dijeron: no está permitido de acuerdo a la Torah echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de dahm (sangre), después de consultarlo entre ellos, decidieron comprar con ellas el Campo del Alfarero para sepultura de los extranjeros; Por lo cual, aquel campo se llama hasta el yom de hoy: AkelDahm (Campo de sangre). Así se cumplió lo dicho por el Navi ZecharYah, cuando dijo: Tomaron las treinta piezas de plata precio del apreciado, según precio puesto por los benei de Yisrael (ZekharYah 11:12-13), y las dieron para el Campo del Alfarero como me habia ordenado יהוהYahweh.
יהושעYahshua, estaba en pie delante del gobernador y este le preguntó, diciendo: ¿eres tú el Melej (Rey) de los Yehudim? Respondiéndole יהושעYahshua, le dijo: tú lo has dicho. Siendo acusado por los principales Kohanim y zejanim, nada respondió, entonces Pilato le dijo: ¿No oyes cuantas cosas testifican contra ti? Y él no le respondió ni una palabra, de tal manera que el gobernador estaba muy asombrado.
Ahora bien, para el yom de la moed de Pesaj, se acostumbraba que el gobernador soltara al pueblo un preso, el que quisieran. Tenían entonces un preso famoso que casi era un meshugas (loco) llamado Bar-Abba, que había sido apresado por asesinato y puesto en prisión. Reunidos ellos, les preguntó Pilato: ¿A quién quieren que les suelte, a Bar-Abba o יהושעYahshua, llamado el Mashiaj?, porque Pilatos sabía que por envidia y odio, y sin causa lo habían entregado. Cuando Pilatos se sentó en la silla de mishpat (tribunal), su esposa le mandó decir: No tengas nada que ver con este hombre Tzadik (justo), porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de él. Pero los principales Kohanim y los zejanim persuadieron con anterioridad, a la multitud que estaban fuera, de que pidieran a Bar-Abba y que se diera muerte a יהושעYahshua. Y respondiendo el gobernador les volvió a preguntar: ¿A cuál de los dos quieren que les suelte? Y ellos dijeron: a Bar-Abba. Pilato les preguntó: ¿Qué hago con יהושעYahshua llamado el Mashiaj? Todos le dijeron: ¡al madero con él!, y el gobernador les dijo: Pues ¿Qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: Sea colgado sobre un etz (madero), y cuando vio Pilato que nada adelantaba sino que se hacía más alboroto, tomó mayim (agua) y se lavó las manos delante del pueblo diciendo: Inocente soy yo de la dahm (sangre) de este tzadik (justo). Allá ustedes. Entonces respondiendo todo el pueblo, dijo: Su dahm (sangre) sea sobre nosotros y sobre nuestros benei. Entonces Pilatos les soltó a Bar-Abba, y habiendo azotado a, יהושעYahshua lo entregó para ser ejecutado en el madero. Entonces los soldados del gobernador, los jinetes de la corte, llevaron a יהושעYahshua dentro de la sala común, y se reunieron alrededor de él, la compañía entera de soldados. Lo desnudaron y le echaron encima un manto escarlata. Pusieron sobre su cabeza una keter (corona) tejida de espinas y una vara en su mano derecha e hincando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo: ¡Shalom, Melej (Rey) de los Yehudim! Y le escupían, y tomando la vara y lo golpeaban en la cabeza. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto escarlata, le pusieron sus vestidos y lo llevaron para ser colgado en el madero.
Al salir para el lugar de ejecución, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Shimon; y a este obligaron a que llevara su madero de ejecución. Cuando llegaron a un lugar llamado Gulgolta, que significa: lugar de la calavera, le dieron a beber vino mezclado con ajenjo; pero, después de haberlo probado no quiso beberlo.
Cuando lo hubieron colgado, recogieron y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el nabi: Repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes, y sentados lo custodiaban allí.
Pusieron sobre Su cabeza su causa escrita: יהושעYahshua HaNotzrei WeMelech HaYahudim (“Este es יהושעYahshua Rey de los yehuditas”.
Entonces Talui HaEtz (colocaron) dos Etzt (maderos) al lado suyo, y en ellos, clavaron a los dos malhechores, uno a la derecha y el otro a la izquierda; y los que pasaban lo insultaban meneando la cabeza y diciendo: tú, el que derribas el Beit HaMikdash (Templo) y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, y si eres el Ben de אלהאElohe, desciende del madero de ejecución.
De esta manera también los principales Kohanim junto con los Sofrim y los zejanim, se burlaban de él y decían: A otros salvó, pero a sí mismo no se puede salvar. Si es el Melej (Rey) de Yisrael, que descienda ahora del madero de ejecución y creeremos en él. Y también le decían: Confió en אלהאElohe; líbrelo El ahora si le quiere porque ha dicho: Soy ben de אלהאElohe. Del mismo modo lo insultaban uno de los malhechores que habían sido condenados al madero junto a él.
Ahora, desde la hora sexta (mediodía) del yom de preparación de Pesaj, hubo tinieblas sobre la erezt, hasta la hora novena (tres de la tarde), y cerca de la hora novena, יהושעYahshua clamó a gran voz, diciendo: ¡Eli, Eli, ¿Lama asavtani? (arameo) y esto quiere decir: “Poderoso mío, Poderoso mío, ¿Por qué me has desamparado?, y algunos de los que estaban allí decían al oírlo: este hombre llama a Eli-Yah, y al instante, corriendo uno de ellos tomó una esponja, la empapó devino con ajenjo, la puso en una caña y le dio a beber. Pero algunos de la multitud decían: deja, veamos si viene Eli-Yah a salvarlo. Y יהושעYahshua, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó su ruaj, y he aquí, que en ese momento, el velo del Beit HaMikdash (Templo) se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron, y los sepulcros se abrieron y muchos cuerpos de los Yisraelitas kidushim que habían dormido, se levantaron; y después de su resurrección, salieron de los sepulcros, entraron en la ciudad kadosh y se aparecieron a muchos. Ahora, el centurión y los que estaban con el custodiando a יהושעYahshua, al ver el terremoto y las cosas que habían sido hechas, llenos de miedo dijeron “verdaderamente este era el Ben de Elohe.
Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a יהושעYahshua desde Galil, sirviéndolo. Y entre ellas estaba Miryam de Magdala, y Miryam la ima de Yaakov y Yosef, y la ima de los benei de Zavdi.
Cuando llegó Erev (atardecer), llegó un hombre rico de Ramathayim, llamado Yosef que también era talmid de יהושעYahshua, y este fue a Pilato y pidió el gufat (cuerpo) de יהושעYahshua) antes de que comenzara Pesaj. Entonces Pilato mandó que se le diera el cuerpo, y tomando Yosef el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia de lino, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de mover una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. Estaban allí Miryam de Magdala y la otra Miryam sentadas enfrente del sepulcro.
Antes de comenzar el Pesaj, en el yom de Preparación de esta moed, se reunieron los principales kohanim y los Prushim ante Pilato, y le dijeron: Pilatos, nos acordamos que mientras aquel mentiroso, estaba aún con chayim (vida), dijo: después de tres yom resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer yom, no sea que vayan sus talmidim de noche, Lo hurten y digan al pueblo: Él ha resucitado de entre los muertos. Y será el último engaño peor que el primero, entonces Pilato les dijo: Allí tienen una guardia; vayan, aseguradlo como saben. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y pusieron la guardia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todah rabah por su comentario.