13/6/15

Tzedaká

Tzedaká
Tzedaka (en hebreo: צדקה) es el concepto de justicia social en el pueblo de Yahweh. Es uno de los preceptos más importantes, junto a la teshuvá (el arrepentimiento) y la tefilá (la oración) es una de las acciones humanas capaces de revertir los decretos divinos.
Tzdaká y justicia

Si bien el término tzdaka es usualmente traducido como "caridad", la raíz de la palabra hebreo la conecta con el término justicia o rectitud (tzedek). El capítulo 19 de Vayigrá/Levítico establece que "Y cuando segareis las mieses de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, y las espigas verdes al cosechar tu mies, no recogerás; ni los granos de uva de tu viña recogerás; para el pobre y para el peregrino los dejarás; Yo soy Yahweh, vuestro Elohe.". La intención es ofrecerle al necesitado una forma digna de ganar su alimento, sin ponerlo en la necesidad de rogar por limosna, y este es uno de los principios que guían al precepto de "Tzedaka".
En este sentido, el concepto de tzdaká se distingue del concepto de "caridad" en que la caridad es otorgada cuando el filantropista está en condiciones emocionales y económicas de dar, mientras que la tzdaká es una obligación ordenada por Yahweh a todos los yisraelitas. Incluso una persona pobre no está absuelta del precepto.
La Tzedaká es igual en importancia a todos los otros mandamientos combinados. En ese marco, ayudar a los pobres, a los desfavorecidos, tiene en el pueblo yisraelita una denominación especial, ES HACER TZEDAKÁ. Tzadik es el justo, y tzedaká significa hacer justicia. Es por ello que la ayuda a los desfavorecidos no es vista en el pueblo yisraelita como un acto de bondad, sino como una obligación ética.
"Le abrirás tu mano (...) como para cubrir su necesidad en aquello que le haga falta" (Devarim.15.8).
Es una orden afirmativa dar tzedaká al pobre de Israel, pues está dicho: "indispensablemente le abrirás tu mano" (Devarim15.8) y está dicho "que pueda vivir tu aji/hermano junto a ti" (Devarim 8) "No endurecerás tu corazón al menesteroso" (Devarim15.7) "Bien que no debe haber en medio de ti, menesteroso alguno" Ese es el mandato divino. La pobreza debe ser erradicada. ( Devarim 15.4) "Porque no dejará de haber menesteroso en la tierra, por lo mismo yo te mando diciendo: Ampliamente has de abrir tu mano a tu aji/hermano, es decir a tu pobre y tu menesteroso en tu tierra" (Devarim 15.11
2. Cada persona está obligada a dar Tzedaká, de acuerdo con sus medios, aún el hombre pobre mantenido por Tzedaká, siempre que tenga entrada suficiente para vivir de ella. Aún si puede dar solamente una pequeña cosa, no debe ocultarlo, porque ese poco es considerado tanto como la de un rico... Todos, aún el más pobre, tienen algo para dar.
Isaías Aprended a hacer lo bueno, buscad lo justo, socorred al oprimido, mantened el derecho del huérfano, defended a la viuda (YeshaYah 1:15 a 17)
Yahshua rechazó la idea de que una persona pudiera tener una relación con Yahweh sin que antes mostrara rajamim/misericordia con los demás. Al concluir la tefilat/oración del Mashiaj, Él enseñó claramente: «Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas» (MattIYah 6:14-15). Yahshua abarcó el desarrollo humanista yisraelita que se lee en Vayigrá/Levítico 19:18: «amarás a tu prójimo como a ti mismo», y vio el valor que tiene toda persona por el hecho de que toda la humanidad lleva la imagen de Elohe.

Yahshua reconoció que mi relación con los demás define mi relación con Yahweh: «Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu aji/hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu aji/hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda» (MattiYah 5:23-24). Para Yahshua, la acción más concreta de mi preocupación por algún otro es la acción de la caridad.
En dos lugares de la Besorat, Yahshua interpreta Vayigrá/Levítico 19:18 con la ayuda a los pobres. En respuesta a la pregunta del hombre rico concerniente a cuál de los mandamientos debía guardar, Yahshua identificó el último de los Diez Mandamientos (todos los cuales tienen que ver con la manera en que nos relacionamos unos con otros) y añadió Vayigra/Levítico 19:18: «amarás a tu prójimo como a ti mismo» (MattiYah 19:18-19). Cuando el joven pidió que se le aclararan estos mandamientos, Yahshua respondió, «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro» (MattiYah 19:21). De igual modo, en MattiYah 5:43-48, Yahshua interpreta Vayigra/Levítico 19:18 cuando dice: «Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Abba/Padre que está en los shemayim/cielos es perfecto» (MattiYah 5:48). El pasaje paralelo en Silas (Lucas) 6:36 lee: «Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso».
Yahshua dijo a sus talmidim: «Porque os digo que si vuestra justicia (ayuda a los pobres) no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el maljut/reino de los shemayim/cielos» (MattiYah 5:20). La ayuda a los pobres, especialmente entre algunos grupos como los fariseos, era una parte importante de la piedad yisraelita. Yahshua adoptó esto e identificó la ayuda a los pobres como la piedra angular para su emunah/fe, porque Yahweh mismo es caritativo (MattiYah 6:19-21; Silas 11:41; 12:33-34; 19:8-9; Yaacobo 2:15-16; Yonahan Alef 3:17

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