11/6/15

LUZ A LAS NACIONES

¿CUal es nuestra mision como benei yisrael?
Cinco días antes de recibir la Toráh le fue enseñada al pueblo de Israel una sección de la misma que constituía, en efecto, la base de toda la Toráh. En ella se explicaba que la verdadera esencia de la Toráh radica no sólo en el deber de observar un conjunto de preceptos, ordenanzas y celebraciones, sino más bien, en la aceptación de una singular MISION de la cual depende toda la existencia humana, y la de un yugo del cual uno nunca puede librarse.
Cuando Yahweh, Avinu, completó Su obra al final de los seis días de la Creación impuso al mundo la condición de que éste perduraría sólo si el hombre seguía el camino decretado por el Creador; si no, retornaría al caos. Este fue el pacto establecido entre el Creador y Su mundo.
Las primeras diez generaciones de la humanidad violaron esta condición, y en la época de Nóaj el mundo estuvo al borde de la destrucción. Pero Yahweh Elohe Se apiadó de la obra de Sus manos y permitió que sobreviviera un remanente, y renovó Su pacto con Nóaj. Durante las dieciséis generaciones siguientes la humanidad se alejó cada vez más del conocimiento del Eterno y el mundo entero quedó desolado. La tradición del pacto fue preservada sólo por unos pocos individuos selectos. Sin embargo, su número no bastaba para conferirle el mérito que garantizaría la supervivencia del mundo. Había escasos individuos de esta talla y su influencia era insignificante. La humanidad por entero se rebeló, negando la existencia de un pacto entre el Creador y Su creación.
Amados mios:
El hombre fue creado para ser hombre, no ELOHIM, pero la humanidad se atribuyó a sí misma el rango de la deidad. El hombre fue creado para ser hombre, no esclavo, pero se degradó hasta resultar comparable a mulas llevando cargas y baldes. Todos en Mitzrayim/Egipto eran un dios o un esclavo; un dios para los de una condición inferior y un esclavo para los de rango más elevado. El hombre fue creado de forma tal que su ruaj/espíritu le permita escalar a las más encumbradas alturas al tiempo que sus pasiones pueden hacerlo caer al abismo más
profundo. Pero los mitzrayitas/egipcios dieron un giro a la situación. Suprimieron la dignidad humana y rebajaron el ruaj/espíritu, exaltando aquello que era maligno, inicuo y reprensible. Y con respecto a Yahweh Elohe, quien es alabado, glorificado y ensalzado por sobre todas las cosas y que busca agraciar a todos, ¡de El no tenían conocimiento!
Estos descendientes de Jam gobernaron sin control y el contaminado pueblo de Mitzrayim/Egipto alcanzó una supremacía tal que dominaba de un extremo al otro de la Tierra.
Y en cuanto al pacto del que dependía la existencia de la humanidad, ¿qué sería de él? ¿Podía el mundo prevalecer sin éste? De hecho, las piedras mismas de las paredes clamaron, y los árboles y las hierbas alzaron sus voces: "¡El fin del mundo se aproxima, todo ha de ser destruido!" Del universo mismo se pudo oír la voz de Yahweh advirtiendo al hombre que detuviera su perversión y dejara de corromper al olam/mundo y todo lo que hay en él. Pero nadie escuchó esta voz, amados mios, y la humanidad declaró: "No existen otras voces fuera de las nuestras, nadie es más supremo que nosotros, y ninguna fuerza supera a la nuestra". El Faraón mismo declaró: El río [proveedor del sustento] es mío, y yo mismo lo creé (Yejezqel/Ezequiel 29:3).
Y vosotros, hijos Míos [dice YAHWEH a Israel], descendientes de Mi amado [Avraham], concentrad vuestra fuerza en devolver al hombre su imagen Divina y restituir al mundo su Rey, y así poder ver una vez más al mundo colmado de todo el bienestar y la bondad que el Rey de toda la tierra procura otorgarle, pues El desea sólo su bien, no su destrucción.
¿Estáis listos para ingresar en el pacto en lugar de toda la humanidad, para aceptar su yugo y guardarlo? ¿Os esforzaréis por escuchar Mi voz que emana de todo lo que he creado? ¿Tendréis rajamim/misericordia de vosotros mismos y de todo lo demás para no ocasionar la destrucción del mundo que he creado?
Si estáis listos para aceptar esta misión, incrementaré vuestra fuerza y acrecentaré enormemente vuestra sabiduría y comprensión, de modo que podáis entender lo que debe hacerse y reconocer el camino que debéis seguir. Os entregaré Mi Toráh, que será vuestra sabiduría y fortaleza - Así diréis a la Bayit/Casa de Yaacov y declararéis a los Hijos de Israel... (Shemot/Exodo 19:3).
¿Que hizo nuestro pueblo?
Moshé vino, llamó a los ancianos del pueblo, y puso ante ellos todas estas palabras que Yahweh le había ordenado (Shemot/Exodo 19:7) - Los instruyó de la misma manera en que un maestro presenta su lección ante sus alumnos, sin retirarse hasta confirmar que su lección fue comprendida cabalmente y todas las dificultades han sido esclarecidas. Esta fue la forma en que Moshé puso antes ellos todas estas palabras.
Todas estas palabras, las cuales incluían todas las facetas de la Toráh y de la existencia humana; que Yahweh le había ordenado, para que las expusiera ante todos ellos: a los eruditos según su nivel y a los simples según el suyo; a los hombres conforme su comprensión y a las mujeres de acuerdo al entendimiento de sus levim/corazones.
Entonces, todo el pueblo respondió al unísono, diciendo: Todo lo que Yahweh ha dicho, haremos. Y Moshé transmitió las palabras del pueblo a Yahweh (ibíd. 19:8).
Todo el pueblo respondió - sin adulación (Mejiltá) ni hipocresía, sino con total franqueza . Al unísono, sin consultarse entre sí todos llegaron a la misma conclusión. No se miraron para intuir qué responderían sus compañeros, pensando: "Haré lo mismo que ellos". Por el contrario, cada uno habló con su propia voz, expresando los verdaderos sentimientos de su lev/corazón, y aun así, ¡todos dijeron y sintieron lo mismo!
Ellos dijeron: Todo lo que Yahweh ha dicho haremos - El pasuk no dice: Todo lo que Yahweh diga [en el futuro], sino Todo lo que Yahweh ha dicho, refiriéndose a la misión que Yahweh les había encomendado, indicando de esta forma que estaban preparados para asumir su responsabilidad respecto del resto del mundo.
"EN ESO CONSISTIA EL SER LUZ A LAS NACIONES"
Haremos - Aquí expresaron su disposición a aceptar las mitzvot que en el futuro les serían ordenadas, en tanto que la aceptación del "yugo de las mitzvot" tuvo lugar luego, cuando declararon: Naasé venishmá -Haremos y escucharemos- (Shemot/Exodo 24:7).
Y Moshé refirió las palabras del pueblo a Yahweh - Tal como las palabras de Moshé fueron dirigidas al pueblo según el nivel de entendimiento de cada uno, del mismo modo las respuestas del pueblo fueron expresadas según el nivel de cada individuo. Hubo tantas respuestas como personas, pues no habían dos de ellas que pensaran igual -aunque todas utilizaron la misma frase cuando respondieron Haremos-. Tal es así que el pasuk especifica que Moshé refirió "las palabras" del pueblo, y no "la palabra" del pueblo.

Shalom a sus jayim

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