3/6/15

LOS VERDADEROS VALORES DE LA TORAH

SHABBAT SHALOM desde Sefarat ESPAÑA
Quiero compartiros esta halaja y Reflexion para este Shabbat-
"LOS VERDADEROS VALORES DE LA TORAH"
Los valores de las personas determinan definitivamente lo que es placentero y gozoso para ellas. Sin embargo, para quien abraza una vida de Toráh, los valores deben ser los de la Ley.
¿Qué son los valores de Toráh?
La justicia es aquella que la Toráh interpreta como tal. Lo mismo ocurre con la compasión. Las ideas de justicia y compasión que no son de la Torá han desempeñado un papel importante en la decadencia moral tan predominante en la civilización moderna.
Por ejemplo, LA FORTALEZA es el dominio de las tentaciones de una persona y no la posesión de poder para dominar a los demás. LA SABIDURIA es la predisposición a aprender de otros, antes que la suma de conocimientos que uno ha adquirido. LA RIQUEZA es la capacidad de estar satisfecho con lo que uno tiene y no la acumulación de bienes. Honrar es respetar y admirar a los demás, y no ser el receptor de aclamaciones.
Las personas que tienen una autoimagen desvalorizada pueden hacer intentos desesperados para sentirse meritorias. En sus esfuerzos por lograrlo, pueden aferrarse a mecanismos y maniobras que parecen resultarles efectivos. Lejos de ayudar a alcanzar este propósito, esos métodos resultan, generalmente, autofrustantes, y a menudo producen depresión en lugar de elevar la autoestima. Lo contrario también es verdadero: los factores que aumentan la autoestima son también autorreforzadores y pueden elevar a la persona a grandes alturas espirituales.
¿Que es la Fortaleza?
La opinión popular considera que la fortaleza es el poder de controlar y dominar a otros. Ya hemos visto, sin embargo, que el impulso por dominar es a menudo sólo una defensa contra los sentimientos personales de debilidad. La persona que tiene necesidad de ser superior a las demás raramente está satisfecha de su poder, razón por la cual procura hacerlo cada vez más absoluto. Está también constantemente ansiosa ante la posibilidad de ser depuesta y perder su posición de poder. Esta permanente insatisfacción y ansiedad reducen la autoestima, poniendo en marcha un ciclo vicioso cuyo resultado final es la megalomanía.
La gente que se siente competente no necesita posiciones de poder o superioridad. En realidad, muchos de los verdaderos grandes líderes del mundo se resistieron, invariablemente, a ocupar posiciones de liderazgo y tuvieron que ser obligados a aceptarlas. La señal de la fortaleza y la autoestima saludables es el domino de uno mismo, no el de los demás.
¿ Que es la Sabiduría?
La Toráh enseña que el hombre verdaderamente sabio se caracteriza no por la cantidad de conocimientos que pueda alcanzar, sino por su disposición a aprender todo lo posible de los demás Y PONERLO POR PRACTICA.
No es necesario decir que nadie está libre de imperfecciones y que aunque la perfección no esté al alcance de las posibilidades humanas podemos, no obstante, hacer mucho para mejorar nuestras deficiencias.
La acción correctivo sólo puede emprenderse cuando la necesidad de hacerlo es evidente. De ahí que una persona deba ser consciente de aquellas de sus fallas que requieren corrección. Su atención hacia tales faltas puede ser llamada por los comentarios de la gente de su medio. Una persona con autoestima baja tiende a sentirse tan amenazada por la conciencia de cualquier defecto personal, que bloquea efectivamente la crítica constructiva. Puede rodearse de personas serviles o amigos que le dicen sólo lo que quiere oír.
Nunca será suficientemente enfatizada la importancia de aceptar la crítica constructiva. El libro de Mishlé (Proverbios) abunda en el tema: "No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio y te amará" (9: 8). "Corrige al entendido y acrecentará ciencia" (19: 25). "El que ama la corrección ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es estúpido" (12: l)
¿Que es la Riqueza?
Es ampliamente aceptada la idea de que la riqueza se mide por la cantidad de bienes materiales que uno ha acumulado. Es difícil desprenderse de los valores culturales rotundamente enraizados y universalmente aceptados. Una reflexión nueva y desprejuiciada indicará, empero que el valor de la Toráh es correcto. La riqueza no tiene nada que ver con cuánto uno posee, sino con la capacidad para disfrutar de cualquier cosa que uno tenga.
Cuando hablamos en general de la búsqueda de riqueza, no nos estamos refiriendo a los esfuerzos invertidos para obtener los artículos de primera necesidad o incluso algunos de los otros placeres de la vida, y tampoco a las reservas acumuladas para una época de necesidad. Difícilmente alguien considere estas posesiones como riqueza. En el concepto generalizado, la riqueza, segun el mundo, es la posesión de bienes materiales que superan las necesidades inmediatas y futuras. Es cuando la gente acumula más de lo que puede utilizar que se la considera rica.
La insensatez de acumular una riqueza que excede nuestras necesidades es bien tratada en la Torah.
El dinero es un medio para adquirir mercaderías o servicios que satisfagan nuestras necesidades. Cuando una persona continúa acumulando dinero o mercaderías que superan las necesidades corrientes y previsibles, esto no es riqueza. Es demencia.
Este no es el punto de vista de la Torah.. Los valores de la Toráh no están sujetos a la opinión de la mayoría, sino que son absolutos, universales y eternos.
El benei yisrael que adopta el principio de la Toráh de que la verdadera riqueza consiste en estar satisfecho con lo que uno tiene, no es presa de la desolación que produce la pérdida de bienes fisicos. Sus necesidades están determinadas por lo que se requiere para cumplir la voluntad divina, y su sentimiento de valorización al esforzarse por cumplirla hará innecesaria la búsqueda de riquezas.
Un verdadero seguidor de Torah sabe hasta donde puede llegar, y ha sido enseñado a ofrecer su ayuda a quienes realmente lo necesitan, no deja a nadie atras, y COMPARTE con los necesitados, aprovechando cualquier oportunidad para demostrar que lo que a aprendido LO PONE EN PRACTICA.
La redención de nuestra vida entera se puede lograr incluso en los últimos momentos; un sincero reconocimiento de que uno ha vivido en el error, un auténtico arrepentimiento y una apreciación de la verdad pueden redimir toda nuestra existencia.
Mirar hacia atrás y descubrir que los años y las energías han sido totalmente desperdiciados puede, realmente, ser devastador para la autoestima, puesto que una persona es propensa a desesperarse de sí misma como si fuera un fracaso total. Esto no ocurre en la halaja de la Toráh, en la cual no existe el concepto de desesperación. Un breve momento de teshuvá puede redimir toda una vida.

SHABBAT SHALOM

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